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SOMMA, EL ITALIANO DE MODA EN SINGAPUR

17/03/2025

Somma, más que un restaurante, es un viaje sensorial que transporta al corazón del sur de Italia sin recurrir a los clichés visuales que durante años han dominado la estética de la gastronomía italiana en el extranjero. Situado en Singapur y concebido por el estudio Nice Projects, este espacio diseñado para el chef Mirko Febbrile apuesta por una interpretación contemporánea de Puglia, su región natal, a través de una cuidada paleta de materiales, texturas y elementos artesanales que evocan su esencia sin caer en lo obvio.

Desde el primer momento, el diseño de Somma sumerge a los comensales en un ambiente de sofisticación y calidez, donde los techos abovedados recuerdan las antiguas bodegas subterráneas y crean una atmósfera envolvente en cada rincón del restaurante. El espacio se organiza en torno a la cocina, el salón principal, una sala privada y una bodega de vinos, cada una con su propia identidad, pero unidas por una coherencia visual impecable.

Los materiales juegan un papel fundamental en la narrativa del proyecto. Travertino rojo, mármol gris, cuero y lino melocotón se combinan para crear un espacio que equilibra la solidez de la piedra con la delicadeza de los tejidos, rindiendo tributo a la tradición artesanal de la región. Una de las piezas clave del interiorismo es el muro de azulejos cerámicos realizado a mano por Vincenzo Del Monaco, que con sus 230 piezas de cerámica pintadas se convierte en el punto focal del comedor principal, enmarcando la experiencia gastronómica con un elemento de gran carga artística.

Pero el homenaje a Puglia no termina ahí. La Fondazione Le Costantine, un histórico taller de bordado y tejido ubicado en la localidad de Casamassella, ha sido la encargada de confeccionar tres alfombras tejidas a mano, cada una destinada a un espacio concreto del restaurante: el salón, la bodega y la sala privada. Estos detalles no solo aportan calidez, sino que refuerzan el carácter auténtico del proyecto, conectándolo con el legado textil de la región italiana.

El mobiliario y la iluminación han sido seleccionados con el mismo nivel de detalle. Entre las piezas más llamativas se encuentra una mesa de pino vintage rescatada de un monasterio del siglo XX en Puglia, junto con luminarias de Ignazio Gardella y lámparas de vidrio esmerilado de Bowles and Linares, que aportan una sensación de intimidad y refinamiento. El resultado es un espacio que se mueve entre lo doméstico y lo sofisticado, con ecos de un café milanés y de una casa rural del sur de Italia, pero sin caer en lo predecible.