EL CONFORT ELEVADO A NUEVAS COTAS
En los seres humanos, la columna vertebral da estabilidad a la cabeza, mientras que permite que la pelvis y el pecho giren en direcciones opuestas con un movimiento mínimo de la cabeza, incluso mientras caminamos o corremos.
Nos hemos propuesto reproducir este movimiento en los asientos de nuestros vehículos, y para ello hemos diseñado el cojín del asiento y el respaldo con el fin de que reaccionen de forma cinética al peso de los ocupantes y a los movimientos del vehículo. Con solo sentarse en el asiento se reduce el movimiento de la cabeza, a la vez que se estabiliza el campo de visión.
La tapicería que cubre la estructura del asiento ha sido elaborada con un patrón de tela de araña que se extiende desde el centro. Esta red se ajusta perfectamente a la forma del cuerpo y reparte el peso homogéneamente para que el conductor o el pasajero se sientan cómodos durante más tiempo.
UNA AMORTIGUACIÓN SUPERIOR
El centro del respaldo se encuentra a la altura de los omóplatos, lo que induce movimientos rotacionales del pecho sobre el eje pivotante del asiento. Esto, a su vez, logra estabilizar la cabeza garantizando un nivel superior de apoyo. Asimismo, el asiento es más delgado con el objetivo de reducir el peso general del vehículo.
Los hilos de la tela de araña están hechos de una fibra sintética denominada Qmonos™, que viene de la palabra “kumonosu” (“tela de araña” en japonés). Su principal componente es una proteína que se consigue mediante una fermentación microbiana. Qmonos™ tiene tal grado de resistencia que una red de un solo centímetro de diámetro tiene la capacidad de detener un avión jumbo durante el despegue o el aterrizaje.
